martes, 13 de octubre de 2009

No tengas miedo, tan solo déjate llevar.

Unas gotas de agua. Una, dos, quizás tres.
Caen del cielo, se van resbalando poco a poco al golpear en tu ventana.
Se deslizan. Se unen. Unas nubes oscuras, la luz irradiante de un relámpago.
Silencio. Tan solo se oye el caer del agua y el latido exaltado de mi corazón pegado a tu pecho.
Pensamientos románticos, el ''tú'' y el ''yo''.
No hay nadie más.
Déjate llevar, cierra los ojos y respira profundo.
Insisto, tan solo tú, yo y la lluvia.
Actúa por impulsos del corazón, deja que circule el amor por tus venas.
Llega el momento. No tengas miedo. Sabes que es el momento adecuado.
Respira profundamente de nuevo.
Ríe, besa, calla. Tócame el pelo y desliza tus yemas por mi espalda.
Y ahora, tan solo, dejate llevar.

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