Y así la bestia despertó, y con ella su sed de lujuria. Una bestia sin sentimientos movida por impulsos del instinto. ¿Cómo llego a ocurrir? Mucho tiempo llevaba reprimiéndose en su interior.
¿Algún problema? Por el momento ninguno. Solo sexo, lujuria y la pasión de dos cuerpos desnudos, pegados el uno al otro.
¿Qué si hay que temer a la bestia? Quizás…
Algo ten seguro, si te la encuentras, gritarás de placer. Te hará sentir todos los pecados capitales a la vez con tan solo uno de sus besos… o de sus caricias.
Algunos piensan que no es real, o simplemente es una capa de protección de un pobre muchacho que durante tiempo sufrió los dolores del amor. Otros, sin embargo, piensan que siempre fue así, y que realmente, nunca cambió.
Bestia de ojos claros, tan rápido verdes como azules. Bestia de mirada embaucadora, y cara de niño bueno. Bestia de sonrisa infantil, y rasgos adultos. Bestia del placer.
Un lobo con piel de cordero, o un cordero con dientes de lobo.
Producto, como ya he dicho, del rencor y del dolor, del placer de sus víctimas, y el olor de sus presas.
Descansa en paz, joven que tanto luchaste por el amor, ahora es el turno de la bestia.