sábado, 25 de diciembre de 2010

CENSORED:

Estoy censurado. Ya no puedo ni relajarme y expresarme mediante palabras.

Moribundo, como un cuerpo sin alma, dedico horas y horas a intentar buscar la solución. ¿Cómo es posible? Este estado de estrés continuo me está matando poco a poco.

Las Navidades ya dejaron de ser una fiesta de alegría y felicidad, ahora tan solo sirven para torturarme mediante las melodías de villancicos y risas escandalosas.

Quiero despedirme de estas fechas, este año regalé todo mi espíritu navideño, ya no albergo nada de él en mi corazón.

¿Y a ti? ¿Te sigo guardando? Hubiese deseado que me reparasen el corazón estas fiestas, que Papa Noel, o quizás los tres reyes magos, curasen con su magia todos los destrozos que provocaste.

Ni el champán ni los riquísimos postres navideños pueden saciarme. Para colmo, lo único que recibo es carbón. ¿Habré sido yo el malo?

Solo tengo algo claro, necesito un cambio y un giro enorme en mi vida, otro más. Experimentar nuevas vivencias y aventuras.

Madame Christ tiene que despertar. Despierta… despierta… y conquista lo que otros no pudieron…

domingo, 19 de diciembre de 2010

La corriente:

Algunas veces siento que vivo en un continuo río. Siento que la corriente me lleva, me ahoga, me congela… siento que no soy libre, que siempre he de seguir el mismo recorrido.

Algunas veces siento que no hay nada más. Nada más allá.

Quisiera poder sentirme a gusto. Seguir ese curso, para llegar a la desembocadura. Pero mi alma desea ver nuevos paisajes. Desea recorrer otros ríos, nunca llegar a la desembocadura.

Solo hay una meta posible, y mi río no llega a ella.

Todo el mundo me llama iluso. Adoraría poder quedarme en mi río, sentirme en paz y armonía, sentir que es mi hábitat.

Es muy duro el tener que empezar de nuevo. Es muy duro intentar que los demás te entiendan y no encontrar ni pizca de entendimiento.

Desearía poder terminar de una vez…

Otros antes que yo abandonaron el río, y también se les tacharon de ilusos.

Si ellos consiguieron irse, lograr sus sueños… sus objetivos ¿por qué no yo?

Nunca pensé que sería tan duro, pero estoy dispuesto a ello.

Por ahora, lo único que puedo hacer es coger los remos, y seguir intentando no llegar a la meta equivocada. Seguir intentando llegar a mi propia desembocadura, a mi propio fin… y con él, a ti.

domingo, 21 de noviembre de 2010

El nacimiento de una estrella.

Hay días tristes, y otros días aún peores. Hay días emocionantes, con millones de aventuras. Hay días espeluznantes, donde a cada paso no puedes dejar de temer lo que haya atrás. Y también, días melancólicos, en los que te viene a la mente las estrellas que contemplaste ayer.

Quiero hablaros de esos días en los que, de la nada, ves ese brillo, dejándote ciego por un momento. Ese precioso día, en el que andando por la calle, una nueva estrella te ilumina, te daña la vista y te vuelve loco. Loco de amor.

Siempre andaba buscándola, recuerdo, ahora que la hallé. Siempre trataba de obligarme a verla, a descubrirla y, olvidar con ella las estrellas de un pasado. De nuevo, Cupido me la ha jugado, regalándomela cuando menos imaginé que llegaría.

Tú, posible estrella que me invitas a pensar, a viajar, a enloquecer, gracias.

No sé si algún día lograré alcanzar dicha estrella, enamorarla radicalmente. Por ahora, viajeros galácticos me enseñan sus métodos, pero todos me parecen ridículos.

Quizás lo más fácil sería ser yo mismo, armarme de valor y contarte las mil y una cosas que podría llegar a pasar… o tal vez no.

Solo el tiempo lo dirá.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Transmigración otoñal.

¿Que por qué escribo tanto últimamente? Será que estamos en mitad de la estación donde las musas recorren las manos de los escritores, bailan para los ojos de los pintores y cantan a los oídos de los músicos.

Será que estamos en pleno otoño, esa estación en la que todos nos desprendemos de nuestras capas antiguas, teñidas de colores marrones, para intentar sacar una nueva faceta que nos venga mejor en las próximas estaciones.

Intento desprenderme de lo negativo mediante palabras, desprenderme de todo lo referente a tu persona, desprenderme del exterior y centrarme en el ‘‘yo’’. Luego, desde ese ‘‘yo’’ buscar las cosas relativamente importantes.

Para deshacerme de ello, hago las típicas acciones que hacen los malentendidos con el amor. Bailo debajo de la lluvia, sintiendo como cada gota me arranca la sensación de tus dedos en mi piel. Salto en los montones de hojas secas, para oír ese estupendo sonido que producen, olvidando las melodías que generabas tú. Observo los centelleantes relámpagos, y esas tormentas tan hermosas, y con su luz, intento borrar el rostro que guardan mis ojos de ti.

El otoño me ayuda, en cierto modo, a olvidarte, pero temo que después del invierno, llegue la primavera, reavivando todo lo olvidado, y haciéndome perder de nuevo la razón.

Perderla, incontroladamente, por ti.

sábado, 30 de octubre de 2010

Acordes de amor.

Lo mejor de la música son las maravillosas sensaciones que te pueden transmitir, como se acuerdan a tus estados de ánimo, haciéndose una contigo. Una especie de polvo musical.

Me encanta no saber que me preparará la siguiente canción de mi reproductor, puede que me transmita la alegría que necesito para continuar adelante, o que me haga llorar melancólicamente, y con ello, desahogarme de los problemas acumulados.

Me encanta tirarme horas y horas oyendo canciones y perdiéndome en diferentes mundos. Mundos de hierro y roca, donde te vuelves frío como el acero; mundos de caramelo, donde te ablandas como una nube de algodón.

Lo más bonito de este mundo sería transmitir esas sensaciones a los demás, crear, con mi voz, un mundo entero para que explorasen todos los rincones de su corazón.

Y, sobretodo, cantarte a ti, hacerte vibrar, sentir y llorar. Contarte todas nuestras historias, tirarme la noche contigo, en la cama, mientras nos hacemos uno.

Tú eres mi música, tú eres mi voz.

domingo, 3 de octubre de 2010

Porque hace mucho tiempo...

No he almorzado. En su lugar he tomado un paquete de palomitas, dos yogures griegos con extra de azúcar, un tocino de cielo y un racimito de uvas.

Evidentemente, es domingo, otra semana más en la que llega ese día tan extraño, odiado por muchos y añorado por otros.

Para mí, tú eres como ese día, te odio, y otras tantas veces, te añoro. Tú fuiste cada uno de mis domingos, aquellos tan preciosos en los que nos teníamos que despedir en la Estación del Sur.

¡Cómo nos comíamos a besos! Y esas ocho horas pensando en ti en aquel infernal autobús.

Y ahora, sigues formando parte de mis domingos. Desgraciadamente, cada domingo dedico un tiempo a tus ojos marrones, otro tiempo a tu olor a mandarinas, otro poquito más a tus besos de terciopelo.

Cucharada a cucharada, voy recordando aquellos maravillosos momentos. Recuerdo cómo me mirabas, los dos tumbaditos en el césped. ¡Y aquellas horas en tu habitación! Nunca había sentido que un lugar fuera tan mío. Ese espacio de pocos metros cuadrados fue tan especial…

No puedo decir que los domingos sean horribles, antes no lo eran, y espero que algún día vuelvan a ser ese maravilloso día en el que mi corazón se sentía tan plenamente completo.

martes, 21 de septiembre de 2010

En búsqeda del chico fabuloso (I)

Fueron momentos que parecían segundos, nada era suficiente para aquellos chicos. Ni todo el tiempo del mundo, ni todas las horas del día, ni todos los días del año.

Si estaban juntos, el tiempo no pasaba, se detenía y coexistían en un espacio paralelo, construido exclusivamente para ellos dos, para esos momentos.

Hacía ya tanto que aquél chico dejó de visitar ese lugar, a menudo se imaginaba si seguiría existiendo o, por el contrario, murió en el mismo momento en el que ellos dos dejaron de ser uno.

Muchas veces sentía que ese lugar lo llamaba, y cuando eso pasaba, se tiraba horas y horas caminando, sin saber a donde le llevaban sus pies, tan solo andaba, con la esperanza de que acabaría encontrando dicho lugar. Tras muchos intentos se dio cuenta de que aquella forma era incorrecta, ni todas las caminatas del mundo conseguirían que llegara.

Cuando eso ocurría, buscaba alternativas. Buscó otros chicos, pensaba que quizás fuera un lugar diseñado exclusivamente para dos personas… era tan mágico aquel sitio, su dulce olor a mandarinas, sus estrellas únicas, su comodidad. Tampoco dio resultado.

Otras tantas veces pensaba que aquello había sido producto de su imaginación. Un lugar tan perfecto es imposible que exista, se repetía después de dar incontables vueltas en la cama. Ese era uno de los peores momentos. Antes, cuando se iba a dormir, soñaba con ese lugar, eran sueños preciosos, en los que al levantarte te sentías como en una nube de algodón. Ahora, tan solo tenía terribles pesadillas.

¿Cuánto tiempo tardaría en encontrar dicho sitio? Y si lo hacía ¿sería solo o acompañado? De momento tan solo podía esperar, quizás algún día, volvería.

sábado, 28 de agosto de 2010

Energías del espacio.

Sábado, el aire huele a húmedo, con él trae imágenes de olas en movimiento. Son las seis y nueve minutos de la tarde y yo acabo de despertarme. Tengo que ir a la compra, falta leche, champú, comida para gatos y algo más que luego tendré que buscar.

Las seis y diez y yo aún no soy persona, para ello me hace falta ducharme, vestirme, cepillarme los dientes y sonreír al mundo.

Busco el amor, cierto es, me encanta, y nunca dejará de ser así. Viejas heridas aún siguen sin cicatrizar pero eso no importa para arriesgarme a herirme otra vez. No tengo huesos de cristal y, a Dios fortuna, tampoco el corazón. Puedo resistir unos cuantos golpes más, creo que quizá cientos, porque siempre habrá alguien que me haga olvidar.

Tengo ganas de buscar agujas en un pajar, de buscar aviones entre las estrellas, de buscar figuras en el relieve de la pared y, sobretodo, de buscar amores imposibles.

¿Cuánto de imposible puede llegar a ser un amor? Uno de distancia, de desconocidos, de sabios empedernidos.

Relájate, me digo, no tienes que buscarlo precipitadamente ahora que lo quieres. Tan solo deja que ocurra, que se manifieste por arte de los astros. Deja que te rodeé y acabe llenándote hasta la punta de los dedos de los pies.

El amor no se busca, llama en tu puerta el día que menos pensado tenías recibirlo. Llega con unas cuantas rosas, con las que hay que tener cuidado para no clavarse sus espinitas, y con las que puedes disfrutar de su eterno manjar, ese olor tan imitado en los perfumes.

El amor… solo tengo dieciséis años y ya me atrevo a intentar escribir en palabras lo que es el amor… que ingenuo soy. Tantos años me quedan por delante. Tantas experiencias, cada una innovadora, fresca y placentera como ella sola.

Solo hay algo a lo que nunca debería temer: a enamorarme otra vez. Espero ser fuerte en las siguientes despedidas y poder seguir con nuevas aventuras donde la distancia entre dos cuerpos no existe, donde las barreras se pueden ir soplando al mismo tiempo los dos y donde Amelie busca ansiosa otra víctima a la que alegrarle el día.

martes, 17 de agosto de 2010

La osa mayor.

Pasan las noches. Todo pasa en esta vida.

Estrellas se pierden en esa oscuridad infinita que reina por las noches.

¿No os parecen preciosas las estrellas? Vi estrellas en tus ojos cada vez que me besabas…

¿Y es que no son preciosos los besos bajo las estrellas?

Millones de noches compartí contigo, con tus besos y con tus caricias.

Millones de noches quise seguir compartiendo y nunca pude volverlas a vivir.

Millones de estrellas deseé haberte prometido.

Millones de abismos quisiera haber visitado contigo y convertirlos en nuevas estrellas radiantes.

Contigo todo era ver estrellas, desde la más tonta de las peleas brillaba como si el cielo iluminara.

Contigo aprendí todas las constelaciones, tú me las enseñabas, yo disfrutaba con cada una que aprendía, y dejaba en ellas parte de nuestra esencia.

Quiero a cada una de las estrellas que nos observaron tanto como te quise a ti.

Las estrellas son eternas, pero sin embargo aquello no lo fue.

¿Podrá una estrella fugaz devolvernos todos esos momentos? Quizá.

jueves, 12 de agosto de 2010

Estados de temperatura.

Calor. ¿Qué os transmite el calor? Hay tantos tipos de calores… están esos que provienen de las profundidades, esos que van desde adentro hacia fuera. También los hay de los que te asfixian, los que no te dejan apenas respirar. Sin embargo, está ese, ese producido por dos cuerpos, dos cuerpos amándose, ese calor que tiene ciertas características de frío.

Frío. ¿Qué os transmite el frío? Hay varios tipos de frío… está ese producido por una enorme soledad, que destruye todo a su paso, dejándote aislado. Otros que producen ganas de tiritar, que incomodan e, incluso, te adormecen. Pero está ese que quema, ese que produce escalofríos, ese producido por una yema acariciándote la espalda, ese producido por el amor.

¿Habéis probado alguna vez ese calor/frío?

¿Qué sentís vosotros al amar, frío o calor? ¿Qué es para vosotros el amor?

Monotonía. ¿Qué os transmite la monotonía? Para mí, hay monotonía cuando dejas de sentir continuamente en tu cuerpo un intercambio equitativo de frío y calor. Hay monotonía cuando dejas de darle vueltas a las cosas. Hay monotonía cuando, de repente, te cuestionas si hacer locuras, o si no.

sábado, 7 de agosto de 2010

Añoranza.

Es fuerte. Creo que lo que más echo de menos es sentir. Sentir como todo tu cuerpo se estremece porque él te dice algo, sentir como tu corazón triplica sus latidos porque él te acaricia la mano, sentir como tu cerebro se colapsa cuando te roza con uno de sus labios. Sentir como el alma entera se emociona cuando te dedica una mirada a tus ojos. Eso es lo que añoro, lo que extraño. El sentir de verdad, el saber que estás sintiendo, el querer hacer a una persona la más feliz del mundo y no saber ni por donde empezar.

domingo, 25 de julio de 2010

¿Queréis conocer a la bestia?

Y así la bestia despertó, y con ella su sed de lujuria. Una bestia sin sentimientos movida por impulsos del instinto. ¿Cómo llego a ocurrir? Mucho tiempo llevaba reprimiéndose en su interior.

¿Algún problema? Por el momento ninguno. Solo sexo, lujuria y la pasión de dos cuerpos desnudos, pegados el uno al otro.

¿Qué si hay que temer a la bestia? Quizás…

Algo ten seguro, si te la encuentras, gritarás de placer. Te hará sentir todos los pecados capitales a la vez con tan solo uno de sus besos… o de sus caricias.

Algunos piensan que no es real, o simplemente es una capa de protección de un pobre muchacho que durante tiempo sufrió los dolores del amor. Otros, sin embargo, piensan que siempre fue así, y que realmente, nunca cambió.

Bestia de ojos claros, tan rápido verdes como azules. Bestia de mirada embaucadora, y cara de niño bueno. Bestia de sonrisa infantil, y rasgos adultos. Bestia del placer.

Un lobo con piel de cordero, o un cordero con dientes de lobo.

Producto, como ya he dicho, del rencor y del dolor, del placer de sus víctimas, y el olor de sus presas.

Descansa en paz, joven que tanto luchaste por el amor, ahora es el turno de la bestia.

sábado, 10 de julio de 2010

En búsqueda de la felicidad.

La felicidad… todo se remonta a ella.

Estamos equivocados, la felicidad no es eterna y hay que aprender a ver las cosas positivamente a pesar de no ser felices.

La felicidad es tan bella, y tan efímera.

¿Qué es la felicidad para vosotros?

Para mí es una prolongación de buenas sensaciones: alegría, seguridad, emoción, exaltación, puede que algo de riesgo, motivación, improvisación.

La felicidad viene y se va, tan rápido que apenas disfrutamos de ella.

Hay que aprender a guardar parte de esa felicidad, y usarla cuando peor estamos.

Mi felicidad eras tú, y ahora eres mi tristeza, mi melancolía y mi drama.

Mi felicidad era verte y ahora es mi depresión y mi recaída.

Mi felicidad era oírte y ahora es mi dolor y mi pesar.

La forma en la que la felicidad viene puede cambiar, es mejor no aferrarse al ciento por ciento a un tipo de felicidad, vaya a ser que cambie.

Hay que ser feliz, pero sin depender de esa felicidad.

La felicidad verdadera es aquella que no te esclaviza, que no te engancha y que cuando se va, puedes seguir estando plenamente bien.

Después de tanto tiempo sigo en ello: ''En búsqueda de la felicidad''

domingo, 20 de junio de 2010

Conversaciones del pasado.

-¿Te puedo decir una cosa? Aunque me da mucha vergüenza...

- Adelante, sorpréndeme.

-¿Sabes en qué pienso por las mañanas cuando me despierto?

-¿En qué? Como me saltes con otra cosa o una gilipoyez, te arrancaré la cabeza.

-¡Jajajajaja! En que ojala estuvieras aquí conmigo, abrazándome y luego pienso en tooooooodo lo que queda y ya no quiero estar más en la cama, y me levanto porque no quiero estar sólo. Quiero que estés conmigo :(

Luchar, luchar, luchar...

Lucharé por esas miradas, por esos besos y por esas palabras.

Lucharé por ti, por tenerte a mi lado otro segundo más.

Lucharé por ti, por nuestros sueños y por todas esas promesas.

Lucharé por mí, porque luchando por mí, lucho por tenerte, por besarte y por quererte cada día más.

Lucharé por no sentirme solo, para que, de nuevo, sienta que estás a mi lado.

Lucharé cual guerrero, que intenta salvar los restos de una antigua hoguera de amor.

Todo esto por ti, lo sabes, lo sé.

Lucharé, insisto, porque, finalmente, superemos juntos esta barrera de cristal.

Intentaré por todos los medios no abandonar.

Pensaré en ti a la hora de la batalla, pensaré en lo que me decías, en como me mirabas y besabas.

No ha sido un sueño y, por ello, lucharé dejándome la piel.

sábado, 8 de mayo de 2010

La magia di Trevi.

Lo flipo.

Sinceramente, lo flipo con esta magia.

Alucino con tu mirada cuando te miro, con tus reacciones, con tu forma de hablarme y de besarme, de tocarme.

Alucino con esta magia, la magia di Trevi.

Tantos sentimientos juntos no pueden ser posibles, tantas ilusiones, tantas ganas de verte, de tenerte entre mis brazos.

¡Para que luego digan que la magia no existe!

Para mí, la magia es estar en tus brazos, es besarte, es ver las estrellas, claro está, junto a ti.

¿Cómo es posible que nunca lo hubiera visto?

Ahora entiendo lo que es la verdadera magia, puede que no sea larga y duradera, pero es auténtica, y mataría por ella.

Tú eres mi magia… me haces sentir vivo…

Tú eres mi ilusión.

Y es que, al fin y al cabo, me encanta que provoques en mi unas ganas tremendas de hacer locuras… de irnos tu y yo bien lejos, bien juntos, para siempre.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Roma.

Quiero hacerlo.
Prepararme para dar un gran paso.
Un viaje, una historia de amor que se repite una y otra vez.
Quiero verte.
Quererte, besarte, mirarte.
Me asomo al balcón y todos los tejados de Roma observan nuestro encuentro.
Me aferro a ti, a Italia, a tus besos y caricias.
Quiero hacertelo suave y lento.
Que no acabe nunca, que sea eterno.
Quiero sentirte, quiero enamorarte.
Dos gatos juguetean en un balcón cercano y mil rosas decoran el de al lado.
Nos miramos y no puedo evitar ruborizarme.
Jugueteamos, nos amamos.
Y... descargamos todo nuestro amor y pasión en formas de:
''ti amo, amore mio''.

lunes, 3 de mayo de 2010

Venezia.

El puente de los suspiros y los cientos de lamentos de los presos que nunca más volveran a ver la luz del sol.
Tu y yo remando por las calles inundadas de Venecia.
Me quitas la máscara, me besas.
Llegamos tarde al baile.
Te pido huir.
Irnos. Tú, yo y nuestra góndola.
Me llevas a casa, me haces tuyo, te hago mío.
El canto de un gondolero penetra por la ventana.
Canciones de amor italianas llenan cada rincón de nuestra habitación.
Tu y yo en la cama.
Nos miramos, nos besamos.
Nos cantamos al oído mientras palpamos nuestros rostros.
Te miro, sonrío.
Nos entregamos apasionadamente.
Me miras, suspiras.
Vemos las constelaciones y nos hacemos promesas de amor eterno.
Me duermo en tu pecho y, finalmente, te siento en mis sueños.

domingo, 18 de abril de 2010

Temo el olor de las mandarinas.

¡Me da pánico!
Tengo miedo de lo que siento, de lo que tengo.
Tengo miedo de lo que puedo perder y de lo que puedo querer.
Tengo miedo de ti.
Me asusta todo esto. Me da terror.
Intento convencerme de cosas.
Intento mentirme, engañarme.
Intento hacerme creer que no lo siento.
Pero... lo siento
¡Lo siento!
Claro, fuerte, aunque me de miedo... aunque me de terror.
Segundas paretes nunca fueron buenas... pero ¿cómo puede fallar sintiendo lo que siento?
Todo lo tuyo me mata.
Te sueño, te siento.
Te necesito, te quiero.

sábado, 17 de abril de 2010

Tu olor a mandarinas

Necesito de tu piel.
Olerte y tenerte ya, aquí, conmigo
Necesito de tus ojos.
Mirarte horas e intentar ganar los duelos de miradas.
Necesito de tus labios.
Besarlos, tocarlos, que sean míos.
Necesito de tu pecho.
Sentir tu respiración agitada, y que tu sientas la mía.
Necesito de tus manos.
Entrelazarlas con las mías, que sean una.
Necesito de tu pestañeo, de tu aliento, de tu pelo.
Definitivamente, te necesito.

domingo, 24 de enero de 2010

Qué decirte...

A ti, que conoces todos mis defectos y virtudes.
A ti, que sabes hacerme sonreír cuando lo veo todo perdido.
Que haces latir mi corazón.
¿Qué decirte?
¿Qué por un segundo a tu lado muero?
¿Qué en tus ojos me siento tan feliz?
¿Qué tus tartas me encantan a pesar de que seas un pésimo cocinero?
Y es que no puedo apartar mi mente de tu lado. Ni mis labios de tu cuerpo.
Y es que simplemente, te quiero.