lunes, 3 de mayo de 2010

Venezia.

El puente de los suspiros y los cientos de lamentos de los presos que nunca más volveran a ver la luz del sol.
Tu y yo remando por las calles inundadas de Venecia.
Me quitas la máscara, me besas.
Llegamos tarde al baile.
Te pido huir.
Irnos. Tú, yo y nuestra góndola.
Me llevas a casa, me haces tuyo, te hago mío.
El canto de un gondolero penetra por la ventana.
Canciones de amor italianas llenan cada rincón de nuestra habitación.
Tu y yo en la cama.
Nos miramos, nos besamos.
Nos cantamos al oído mientras palpamos nuestros rostros.
Te miro, sonrío.
Nos entregamos apasionadamente.
Me miras, suspiras.
Vemos las constelaciones y nos hacemos promesas de amor eterno.
Me duermo en tu pecho y, finalmente, te siento en mis sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario