jueves, 30 de julio de 2009

Final feliz.

En los cuentos los finales siempre son felices, pero en mi vida, sin embargo, nunca lo fueron.
Mis historias siempre tuvieron finales tristes y melancólicos. ¡Pero no dejaré que eso me hunda de nuevo!
Puede que no tenga al deseado príncipe azul, ni que viva en un castillo de ensueño.
Puede que no sea rico, que no sea perfecto, pero nada de eso me hace menos feliz.
Aunque mis finales siempre fueron de lágrimas, mis principios siempre fueron extremadamente bellos, y hoy por hoy, recordaré esos principios felices y no los trágicos finales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario