Nos manchamos de amor. Todo nuestro cuerpo cubierto de esa sustancia tan añorada por algunos pocos e infravalorada por otros tantos.
Besos dulces, caricias de sabor empalagoso y miradas melosas.
Nos dejamos hacer uno en medio de esta batalla de caramelos. Acabamos haciendo el amor durante toda la noche.
Finalmente, nos quedamos dormidos en un intenso abrazo. Solos, tú y yo.
Dulces sueños, amor.
Dulces sueños, corazón.
Iluso
ResponderEliminar