domingo, 26 de junio de 2011

De ilusiones se vive.

Cuando era pequeño me dijeron que no me hiciera ilusiones, siempre esa frase. Yo, más tarde, decidí vivir de ellas.
Luego, descubrí que con ellas aprendía, que me enseñaban cosas que en los libros no aparecían.
También me hicieron daño, cuando, de repente, desaparecían dejándome solo.
Siempre volvían, incluso cuando ya creía que era imposible una nueva ilusión.
Y así vivo, viviendo una ilusión tras otra, y dispuesto a seguir así.
En mi naturaleza está vivir soñando, pero siempre con los pies firmes en el suelo.

2 comentarios:

  1. Muy sabias esas palabras que has publicado. Tener una ilusión, ese brillo en los ojos quizás no nos de un futuro asegurado, pero al menos, por un rato, tendremos una sonrisa, una esperanza.

    Y no deberíamos perder la ilusión de vivir por nada del mundo.

    ResponderEliminar
  2. De nuevo, muchas gracias por comentar en mi espacio y por tus observaciones y maravillosos consejos.
    Espero que te sigan gustando.

    ResponderEliminar