sábado, 7 de agosto de 2010

Añoranza.

Es fuerte. Creo que lo que más echo de menos es sentir. Sentir como todo tu cuerpo se estremece porque él te dice algo, sentir como tu corazón triplica sus latidos porque él te acaricia la mano, sentir como tu cerebro se colapsa cuando te roza con uno de sus labios. Sentir como el alma entera se emociona cuando te dedica una mirada a tus ojos. Eso es lo que añoro, lo que extraño. El sentir de verdad, el saber que estás sintiendo, el querer hacer a una persona la más feliz del mundo y no saber ni por donde empezar.

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