jueves, 13 de septiembre de 2012

Apocalipsis según Van Rose.



Y cuando ya estés listo para las piedras, alzando los brazos arriba, al ritmo de la multitud; y cuando ya estés listo para la penitencia, juntando las manos, esposado por espinas que te arrancarán la piel; y cuando ya estés listo para la muerte, agachando la cabeza, cordero místico, cansado de tanta incomprensión.
En ese momento llegaré yo, y cuando estés acabado, alzaré tu cuerpo, cuerpo podrido de un moribundo que no supo luchar.
Recorreré los cementerios, levantaré a tus hermanos, víctimas de poblaciones ineptas, castigados por la estupidez humana.
Y me rodearé de muertos que vivirán, despertando otros camaradas de ultratumba, iguales a ellos, que murieron por las piedras, las llamas y las cruces.
Y juntos haremos un nuevo mundo, el mundo de los muertos, gobernado por la melancolía de nuestros versos y por la estridencia de nuestras melodías. ¡Cambiaremos el mundo, hueso a hueso, seso a seso!
Y devoraremos a los incompetentes, sentenciándolos al más agónico de los dolores. Rememoraremos el intenso sufrimiento de nuestras lágrimas derramadas durante nuestro infierno, convirtiendo nuestro edén en su más terrible pesadilla.

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