domingo, 23 de diciembre de 2012

Blanca Navidad.


Me he propuesto formar miembro activo de estas fiestas. ¿Para qué lamentarse por no tener pareja en ellas o por los que, lamentablemente, ya no están con nosotros? ¡Festejemos la alegría de vivir, pues para ello no hace falta motivo alguno! ¡Creamos en Santa Claus como cuando teníamos cinco años, ilusionados por verle! ¡Y que no falte leche y galletas para los Reyes!
Este año será distinto. Después de reflexiones y demostraciones experimentales me he dado cuenta que el dicho ‘’sino puedes vencerlos, únete a ellos’’ tiene razón. Siempre defendí que todas las pequeñas cosas tienen su fuente de alegría si es que sabes buscar en ellas. ¿Por qué no también la Navidad?
Cada año la melancolía y la tristeza eran los regalos de Sus Majestades de Oriente (actualmente sentenciados como gaditanos), pero gracias al carbón acumulado, arrojaré estos sentimientos innecesarios a la hoguera.
Mi propósito para el 2013 será amor y alegría: amor a uno mismo y alegría para los míos y los que no son míos. Se acabó desear novios, dinero y suerte.
¡Gracias por leed mis reflexiones y os deseo unas muy felices Fiestas y un próspero año nuevo!

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